domingo, 11 de febrero de 2024

DOLOR CRONICO

la experiencia de dolor puede producir efectos psicologicos devastadores

Quien sabe de dolor, todo lo sabe

Dante Alighieri




Las personas que sufren dolor crónico suelen presentar un estado de ánimo deprimido: están mediatizadas por su experiencia de dolor y se sienten desanimadas, desesperanzadas y limitadas en sus actividades.

La experiencia subjetiva de dolor tiene un componente psicológico: la forma en que nos enfrentamos al dolor es un modulador de su intensidad y duración.

Existen diferentes tratamientos psicológicos que inciden sobre la experiencia de dolor, dependiendo de su origen. También hay casos en los que el dolor es la consecuencia de experiencias emocionales, por lo que sería este el punto fundamental sobre el que debemos trabajar.



CONCEPTOS GENERALES SOBRE EL DOLOR

El término dolor crónico se refiere a trastornos caracterizados por un dolor persistente, con una duración de al menos 6 meses y resistente a la medicina convencional. En general resulta difícil identificar la lesión que mantendría el dolor. 

CONCEPTUALIZACIÓN DEL DOLOR

En la experiencia de dolor confluyen factores biológicos, psicológicos y sociales. En general el dolor crónico se caracteriza por su complejidad y la dificultad de eliminarlo o resolverlo. Se trata de una experiencia subjetiva, que abarca una triple dimensión:

Dimensión sensorial-discriminativa: es la parte más "externa" de la percepción del dolor. Se refiere a la cantidad y cualidad de la estimulación sensorial que origina la experiencia del dolor. Corresponde a la entrada sensorial.


Dimensión motivacional-afectiva: supone una información a nivel intermedio. Implica una inicial caracterización emocional del dolor, que conlleva una conducta de acercamiento o alejamiento a las situaciones ligadas a la estimulación dolorosa.

Dimensión cognitivo-evaluativa: supone el aspecto superior de integración de la experiencia del dolor, y abarca factores atencionales, experiencias previas, pensamientos, creencias, etc.
 

EL DOLOR COMO ACTIVIDAD PERCEPTIVA

En todo tipo de dolor tiene importancia el aspecto psicológico. La actividad del paciente, la focalización de la atención, sus pensamientos, evaluación emocional, etc, influyen sobre el dolor.

EL ORIGEN DEL DOLOR

Dolor psicógeno: si el dolor es caracterizado como psicógeno se asume la inexistencia de causa orgánica que justifique las quejas del paciente, aceptántose un origen y mantenimiento psíquico. Este tipo de dolor en trastornos como la hipocondría, trastorno de conversión, alucinaciones depresivas, y en general en las categorías diagnósticas encuadradas en los trastornos somatomorfos. 

En estos casos la intervención estaría orientada al tratamiento de un trastorno psicológico caracterizado por la preocupación por enfermar, atención desmesurada e injustificada a aspectos somáticos, etc. Este tipo de dolor es tan intenso e incapacitante como si tuviera una causa orgánica. 

Dolor disfuncional: este tipo de dolor se caracteriza por una disfunción en los mecanismos normales de autorregulación fisiológica: un exceso de tensión muscular en respuesta a las demandas ambientales puede producir una cefalea tensional, dolor abdominal, lumbar o una vasoconstricción excesiva que puede causar una cefalea vascular o un síndrome de Raynaud. 

Otros tipos de dolor: otros tipos de dolor tienen una identificación precisa: factores genéticos o congénitos, traumas, quemaduras, infecciones, reacciones inmunológicas, cáncer, tóxicos y procesos degenerativos. 

EMOCIONES Y DOLOR

Las emociones más directamente relacionadas con el dolor son el miedo y la tristeza, y llevan a un conjunto de cambios fisiológicos, cognitivos y conductuales que pueden caracterizarse con ansiedad y depresión. 

Tanto la ansiedad como la depresión producen un agravamiento en el problema del dolor. Este agravamiento se ve producido, principalmente, por la actitud pasiva, la reducción de la actividad general, la adopción del rol de enfermo, de incapacitado, etc. Todos estos cambios afectan negativamente al paciente en general, y también dificulta seriamente la solución del problema del dolor.

Otra emoción que suele estar asociada a la valoración cognitiva del dolor, y a la que se le ha prestado menor atención es la ira, que se va a expresar mediante rasgos o factores de predisposición como la hostilidad, o más comportamentalmente mediante la agresión. También desde un punto de vista clínico, como es conocido, la ira puede ir dirigida hacia el propio paciente, hacia los demás, o como punto intermedio entre ambas la agresividad pasiva. Esta agresividad, supone una comunicación a los demás de la ira en términos encubiertos, no cooperativos, a diferencia de la presentación manifiesta de la ira.

Cuando la ira se expresa, a pesar de su fuerte rechazo social, se producen muchos problemas. Algunos autores se refieren a la hostilidad cínica para hablar de una forma de comportarse los pacientes de dolor crónico, que mantienen una actitud de desconfianza y resentimiento, dificultan, sí no impiden, la relación terapéutica. La alternativa más adecuada es la regulación de la ira. Esto es, buscar una expresión adecuada y positiva de ésta. Se trata de abordar la situación negativa y desagradable de padecer un dolor crónico como un medio para aprender y ser capaz de resolverlo eficazmente, sin reprimir las emociones.


La ansiedad y la depresión son, desde un punto de vista clínico, los factores emocionales más importantes en el estudio y tratamiento del dolor crónico. La ansiedad, en tanto que activación fisiológica no es necesariamente negativa en la modulación del dolor. Tradicionalmente se ha considerado que el miedo y la ansiedad producían una disminución de dolor, pero sólo cuando dicho miedo y/o ansiedad esta producido por una situación que no tiene que ver con el dolor. Por contra, la ansiedad derivada del dolor produce un aumento en la percepción de éste.

Las situaciones ajenas al dolor que provocan miedo o ansiedad reducen el dolor porque disminuyen el foco de atención sobre el dolor, así el hecho de atender de forma intensa (hasta el extremo que provoque ansiedad) a una situación ajena al dolor, provoca la reducción de éste. Por otro lado, resulta también posible que el aumento en la liberación de opiáceos endógenos ligados a la exposición a la situación ansiógena, facilite el sistema de modulación antinociceptivo. 

Por tanto las emociones pueden ejercer un efecto positivo, desde el punto de vista atencional y de modulación nocioceptiva, siempre que no estén relacionadas con el dolor. La actividad, en general, no relacionada con el dolor ejerce también ese factor de modulación por las vías antes señaladas. Como ejemplo baste recordar la llamada cefalea de fin de semana y que ocurre cuando el nivel de actividad se reduce drásticamente. En estas condiciones el nivel de estimulación y de respuesta emocional se ve reducido hasta el punto de bajar los niveles de aquellas sustancias implicadas en la modulación del dolor, como la serotonina y los opiáceos endógenos, con lo que los episodios de dolor pueden desencadenarse y mantenerse más fácilmente. 

Es por ello que aunque la ansiedad puede exacerbar el dolor puede también contribuir a mitigarlo, si constituye un medio para desarrollar estrategias de afrontamiento del dolor, o de la incapacidad que éste produce a nivel personal, social o laboral del paciente .

La depresión, por contra, se caracteriza por una disminución general de la actividad del paciente, por una sumisión al dolor y a sus efectos. Está frecuentemente asociada a los síndromes de dolor crónico y remite en la medida en que el pacientes es capaz de afrontar el problema del dolor o del impacto que este tiene en su vida. El apoyo familiar, social y, sobre todo, la potenciación de la actividad del paciente son determinantes para su control. Es por ello, que algunas soluciones como la asistencia domiciliaria de estos pacientes puedan hurtar a éstos la mínima, pero por ello más importante, posibilidad de ampliar su contacto interpersonal y de enriquecer su medio ambiente estimular. Esto no supone, naturalmente rechazar este modo de tratar al paciente en su casa, sino de indicar que debe ir acompañado de atención psicológica dirigida a prevenir, o tratar, los efectos negativos que podrían producirse.

LA EXPERIENCIA DE DOLOR CRÓNICO

El dolor es una señal de aviso de una lesión o un problema.

Normalmente la experiencia de dolor se produce ante una lesión o daño, y al tratarlo desaparece, pero en ocasiones la intensidad del dolor no se corresponde con el daño real, y en muchas ocasiones esto ocurre porque las personas tenemos diferentes "umbrales de dolor", y algunos lo perciben cuando tiene una intensidad mayor y otras menores.


Es importante que la persona que siente dolor sepa que su experiencia es real. No existe nada más desesperante que sentir dolor, acudir al médico y que le diga que no le pasa nada. Sí le pasa: siente dolor. 

Esta experiencia de dolor ocurre porque además de las causas orgánicas, en la percepción intervienen los factores psicológicos (sufrimiento emocional), y la obsesión ante el dolor, estar todo el día "chequeándonos" para ver si nos duele puede incrementar muchísimo la sensación. 

Por otra parte, las conductas asociadas a la experiencia de dolor, como es la creciente inactividad para mitigar el dolor, resulta en muchas ocasiones contraproducente, ya que la inactividad física produce una debilidad muscular que es perjudicial para esta sensación. Igualmente las posturas forzadas para mitigar el dolor pueden ser contraproducentes. 

La terapia psicológica se centra en técnicas con diferentes objetivos: 

Desde el punto de vista cognitivo se trata de reducir la emocionalidad negativa derivada del dolor (tristeza, impotencia, rabia, desesperanza, pensamientos obsesivos) 

Desde un punto de vista conductual se busca fomentar actividades que nos alejen del "rol de enfermo", buscando que a través del ocio y la actividad física la persona no se centre en la experiencia del dolor, que con un rol activo produce una sensación de mayor control y una desfocalización del problema 

Igualmente se trabajan técnicas de relajación para contrarrestar la tensión (siempre perjudicial) que suele estar presente en todas las personas aquejadas de dolor crónico 

Aquí puedes ver cómo se mantiene el dolor:

el dolor que sentimos esta influido por la focalizacion que tenemos en el


VARIABLES PSICOLÓGICAS RELACIONADAS CON EL DOLOR


la percepcion del dolor esta mediada por la mente
En relación con el dolor existe un conjunto de variables psicofisiológicas, conductuales, emocionales y cognitivas que es preciso valorar dado que inciden de forma directa o indirecta en la percepción del dolor crónico por parte del paciente. 

VARIABLES PSICOFISIOLÓGICAS

La valoración de las respuestas psicofisiológicas es una de las áreas con más tradición en la evaluación psicológica del dolor. 

El área de mayor interés se centra en los cambios característicos de los estados de activación fisiológico-emocional (como incrementos de tensión muscular o vasoconstricción periférica), que pueden actuar como desencadenantes del dolor o como respuestas producidas por el propio dolor.

En este tipo de respuestas psicofisológicas, las que se suelen evaluar por estar implicadas en un proceso de activación autonómica son la tensión electromiográfica, temperatura periférica, frecuencia cardíaca y conductancia de la piel. Las medidas se centran en estudiar los cambios producidos en las respuestas relevantes al trastorno en diferentes situaciones potencialmente estresantes.

VARIABLES CONDUCTUALES

La persona que sufre un dolor crónico tiende a desarrollar ciertas conductas encaminadas a comunicar de forma directa o indirecta su padecimiento. Este conjunto de comportamientos puede ser activo (quejas, gestos, posturas) o pasivas (evitación de esfuerzos, absentismo laboral). A todas las conductas de dolor susceptibles de ser reforzadas en el medio ambiente del paciente se les conoce como "conductas de dolor" y suponen un factor de cronificación del problema.

Perpetuar comportamientos como el sedentarismo o la dependencia pueden ser factores que retrasan o no hacen posible la recuperación del paciente. 

VARIABLES EMOCIONALES

Existe una relación bidireccional entre el dolor y la emoción, por lo que emociones como la ansiedad, ira o depresión se pueden desencadenar por el dolor, y a su vez el dolor puede surgir ante estos estamos emocionales.

En los momentos iniciales del problema, las reacciones más comunes son ansiedad e ira, y cuando el dolor se ha cronificado, la emoción suele ser depresión. 

VARIABLES COGNITIVAS

Los aspectos cognitivos se refieren a las creencias sobre el origen y significado del dolor, así como a las estrategias que utiliza la persona para manejarlo.

Las creencias del paciente sobre su dolencia pueden influir en la implicación y adherencia al tratamiento.

De esta forma, aquellas personas que presentan emociones de desesperanza por la creencia de la imposibilidad de superar el padecimiento, tienden a una menor adherencia al tratamiento, abuso de fármacos y búsqueda permanente de nuevas opiniones o tratamientos, con la idea de que la solución viene "de fuera". 

Aquellas otras personas que comprenden el origen y los factores de mantenimiento de su problema y trabajan sobre la idea de que la percepción del dolor varía según los mecanismos de afrontamiento utilizados (el dolor crónico está mediado por la sensación subjetiva de éste que se incrementa cuando surge la obsesión por éste), tienen un mejor pronóstico.

DOLOR DE CABEZA

el dolor se puede agudizar por la focalizacion del pensamiento
El término de dolor de cabeza es demasiado impreciso. Una primera distinción debe hacerse entre cefaleas funcionales, que no tienen una lesión orgánica conocida, sino que se producen por alteraciones funcionales de naturaleza vascular y/o muscular, y que representa el 95% de las cefaleas, y que más puede beneficiarse de un tratamiento psicológico, y las cefaleas orgánicas, que deben recibir tratamiento médico.

CLASIFICACIÓN DE LAS CEFALEAS


La clasificación más tradicional es la del Ad Hoc Committe, que establece 15 tipos de dolor de cabeza, de ellos 3 son de naturaleza funcional: dolor de cabeza vascular (migraña), por contracción muscular y mixto (combinado vascular y muscular), otro es un dolor psicógeno: dolor de cabeza por estados delirantes, de conversión o hipocondriacos, y los 11 restantes serían cefaleas orgánicas por diferentes causas, como inflamación de estructuras craneales o asociados a otros tipos de dolor crónico como las neuralgias o neuritis. 

IDENTIFICACIÓN DE LAS CEFALEAS

Migraña

Dolor unilateral (generalmente frontal y temporal), intensidad media o media-alta, pulsátil, con episodios de duración entre 4 y 72 horas. Presentación media de los episodios de dolor de 2 a 5 al mes.

Se asocian náuseas, vómitos, foto y fonofobia. El dolor aumenta si se realizan actividades físicas o el trabajo o tareas habituales, por lo que resulta incapacitante.

A veces el episodio de dolor puede venir precedido por una fase de constricción de las arterias intracraneales, lo que puede producir distintos efectos neurológicos llamados pródomos o aura y que pueden consistir en alteraciones visuales (visión borrosa, escotomas). Cuando la migraña viene precedida de los pródomos se llama migraña clásica, y cuando no están presentes, migraña común.

Cefalea tensional

Dolor bilateral (frontal, temporal, occipital e incluso parietal). Se define como banda alrededor de la cabeza, y es un dolor continuo, con sensación de presión. La intensidad y duración son variables. La presencia de dolor es casi continua y los episodios son prácticamente diarios.

Este dolor viene asociado a la tensión muscular sostenida y a la isquemia que dicha tensión genera. 

Otros tipos de cefalea

Existen otros tipos de cefalea que podrían ser debidas a patologías orgánicas, y que deberían orientar la consulta al especialista:

1. Cefalea relativamente reciente y que no ha recibido atención médica

2. Trastornos sensoriomotores distintos de los prodómicos o aura, pueden ser debidos a alteraciones vasculares o a epilepsias focales o tumores

3. Cuando una cefalea unilateral presenta el dolor siempre en el mismo lado

4. Cuando haya traumatismo craneal previo

5. Cefalea continua, sin momentos libres de cefalea

6. Si la cefalea ha aumentado de forma progresiva y constante a lo largo de varias semanas.

7. Cuando la cefalea empeora por la mañana y mejora durante el día

8. Si el paciente tiene algún tipo de cáncer

9. Cuando se observen cambios marcados del comportamiento

10. En pacientes mayores de 60 años, cuando la cefalea sea reciente

11. Cuando la cefalea está relacionada con exceso de esfuerzo físico, actividad sexual o discusiones

MIGRAÑAS O JAQUECAS

¿QUÉ ES LA MIGRAÑA?

Migraña o jaqueca son dos términos idénticos que definen un tipo de dolor de cabeza que se caracteriza por crisis de dolor en una o ambas sienes, con una duración que oscila entre 4 y 72 horas. En general el dolor obliga a la persona a limitar o abandonar su actividad mientras dura el dolor. A veces se acompaña de náuseas, vómitos, hipersensibilidad a la luz y a los ruidos.

Las migrañas pueden tener un componente hereditario. Comienza antes de los 30 años y acompaña a la persona durante toda su vida, no hay un tratamiento que la haga desaparecer, con lo que el tratamiento busca su control. 

CAUSAS DE LA MIGRAÑA

Se desconoce la causa exacta de la migraña, aunque se ha podido localizar la parte del cerebro donde se producen los cambios que desembocan en la jaqueca, y que son consecuencia de la inflamación y dilatación de determinadas arterias cerebrales, lo que produce el dolor. Muchas veces el proceso se inicia ante la presencia de determinados estímulos a los cuales la persona es sensible, como: 


• Área afectiva: Estrés, angustia, conflictos u otras circunstancias que producen malestar.

• Estímulos: Olores intensos, humo, tabaco, luz brillante, cambios de temperatura.

• Área ginecológica: Menstruación, anticonceptivos, terapia con estrógenos.

• Sueño: Demasiado, insuficiente o interrumpido.

• Alimentos: Queso curado, derivados lácteos, zumos de cítricos, chocolate, salchichas,
ahumados, comida china, edulcorantes, nueces, patatas "chips".

. Bebidas: alcohol (vino y licores), bebidas con cafeína

CÓMO PREVENIR LA APARICIÓN DE MIGRAÑAS

• Identificar el factor, o factores, que le provocan los ataques (los episodios) de migraña, o que los agravan. De este modo siempre podrá manejarse mejor con esta enfermedad.

• Evitar situaciones que produzcan estrés, en la medida de lo posible.

• No dormir de más ni de menos los fines de semana.

• Hacer las comidas a la misma hora y en cantidades similares.

• Evitar alimentos y bebidas que le hayan desencadenado alguna vez un ataque de migraña.

. Evitar los lugares ruidosos y los olores penetrantes

TRATAMIENTO

El tratamiento de la migraña puede orientarse desde la vertiente psicológica y farmacológica, de forma complementaria, de esta forma el tratamiento psicológico irá encaminado a controlar las causas que pueden provocar migrañas como cambios emocionales, tensión por falta de habilidades para relajarse, identificación de variables situacionales que confluyen en la aparición del episodio.

Por su parte, el tratamiento farmacológico para la migraña es de 2 tipos:

Tratamiento sintomático

1. Analgésicos simples o calmantes (ácido acetilsalicílico o paracetamol): Aunque son poco efectivos se usan mucho, pero tienen poca efectividad y pueden provocar una cefalea crónica, con dolor de cabeza de presencia diaria o casi diaria. 

2. Antiinflamatorios (tipo diclofenaco o naproxeno): Se usan en las crisis poco intensas. Puede provocar problemas estomacales

3. Ergóticos: Muy utilizados en asociación con los analgésicos simples. Las personas que utilicen estos medicamentos deberían ser advertidas de que consulten con su médico en caso de aparición de entumecimiento, hormigueos frialdad, debilidad o calambres musculares persistentes en miembros inferiores. 

4. Triptanes: Son los fármacos específicos para tratar la migraña, de muy reciente aparición, y constituyen la primera opción en la mayoría de los episodios de migraña con dolor intenso.

Tratamiento preventivo

El tratamiento preventivo cuando es necesario se hace, en general, con alguno de los fármacos de los dos grupos siguientes:


• Betabloqueantes

• Bloqueadores de los canales del calcio 

• Fármacos que actúan sobre el sistema renina-angiotensina-aldosterona

LUMBALGIA

la focalizacion en la sensacion de dolor incrementa la lumbalgia
La lumbalgia es uno de los síndromes de dolor crónico con mayor incidencia. Dado que es altamente incapacitante, con frecuencia se asocia a trastornos depresivos.

El dolor en la zona lumbar puede ser debido a numerosas causas:

- de origen neurológico en tronco y espalda
- músculo esquetal
- visceral
- psicológico


De los distintos síndromes que pueden ser incluidos en la categoría de lumbalgia, el que puede tener mayor incidencia en un tratamiento psicológico, es el dolor crónico por tensión o tirantez en la espalda. Se trata de un dolor lumbar persistente, de naturaleza músculo-esquetal, del que se ha descartado cualquier patología asociada, como la protusión discal. El dolor es de intensidad media a severa, y se percibe de forma constante, estando relacionado o incrementándose con el mantenimiento prolongado de posturas. Se localiza en la parte inferior de la espalda, nalgas y parte posterior del muslo, irradiando en algunas ocasiones a la región torácica.

FACTORES PSICOFISIOLÓGICOS RELEVANTES

Desde la perspectiva psicofisiológica, se ha estimado que el exceso de tensión muscular en los músculos paravertebrales era el responsable del mantenimiento del dolor. Diversas situaciones estresantes, como la actividad física, podrían provocar un aumento de la tensión de los músculos paravertebrales, lo que originaría el dolor.

TRATAMIENTO

El tratamiento psicológico se ha centrado sobre la actividad fisiológica disfuncional mediante relajación, y en algunos casos biofeedback electromiográfico (EMG). También se utilizan técnicas cognitivas para el control del dolor, encaminadas en reducir sus efectos y propiciar la realización de las actividades ordinarias. Todos los programas de tratamiento incluyen un aumento progresivo de la actividad del paciente en todas las esferas de su vida. El control de las contingencias de reforzamiento es central.


En general, el tratamiento psicológico incluirá:


- Incremento progresivo de la actividad física, movilidad del paciente, utilizando procedimientos cognitivos como control del pensamiento, manejo de auto-instrucciones, etc. Moldeado de las actividades para controlar el dolor, listas de ejercicios con termómetro del dolor. Igualmente se utilizarán técnicas cognitivo-conductuales, con el control operante de las fuentes de refuerzo psicosocial

- La fisioterapia es de gran utilidad, y su interacción con el tratamiento psicológico mejora ambos.


- El entrenamiento en relajación debe abordarse como una estrategia de afrontamiento





QUÉ ES LA FIBROMIALGIA

puntos mas comunes de dolor en fibromialgia



La fibromialgia es una enfermedad crónica, generalizada y que se caracteriza por dolor de larga duración en los músculos y en las articulaciones de todo el cuerpo. Puede ser especialmente intenso en algunos puntos: zona occipital y cervical, en la parte alta y baja de la espalda, rodillas, codos y glúteos. La intensidad del dolor varía de día en día, y puede cambiar de lugar, pudiendo llegar a ser más severo en aquellas partes del cuerpo que se usan más (cuello, hombros, cadera y pies). En algunas personas, el dolor interfiere con las tareas diarias y cotidianas, mientras que en otras, sólo les ocasiona un malestar leve.

Son muy frecuentes los trastornos del sueño, el cansancio, la rigidez y sensación de hinchazón y entumecimiento de las articulaciones, alteraciones intestinales con estreñimiento seguido de descargas diarréicas, sequedad de boca, acidez de estómago o exceso de gases.
Como en el caso del dolor también varían en intensidad de un día a otro el cansancio y la sensación de hinchazón o entumecimiento de las articulaciones, presentándose especialmente al levantarse o después de estar sin moverse, con gran sensibilidad al frío o al calor, especialmente en las manos y pies. Algunas personas sienten dolor en el pecho, palpitaciones o sensación de falta de aire o dificultad para respirar.
Otros pacientes con fibromialgia presentan el trastorno conocido como el "síndrome de las piernas inquietas", que se caracteriza por una necesidad imperiosa de mover las piernas, sobre todo cuando se está descansando o en reposo, ocasionando a veces movimientos periódicos de las extremidades durante el sueño.
Con frecuencia los enfermos padecen dolor de cabeza y de la articulación témporo-maxilar, vértigo o sensación de mareo, e hipersensibilidad a la luz o a los ruidos. Algunas pacientes presentan dolor menstrual y al mantener relaciones sexuales.
En otros pacientes aparece dolor en la zona vesical (bajo vientre) y al orinar, con sensación de necesidad de orinar con mucha frecuencia.
La ansiedad y la depresión pueden empeorar con la falta de sueño y la tensión, y a la inversa, los síntomas dolorosos se agravan por el cansancio y la depresión.
Es una enfermedad frecuente que padece hasta el 5% de la población, siendo más común en las mujeres que en los hombres adultos, aunque puede aparecer en niños
Se desconoce la causa de esta enfermedad, su evolución es benigna, sin riesgo para la vida y sin provocar invalidez o lesiones definitivas.
¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico es fundamentalmente clínico. Los resultados de radiografías, análisis de sangre y biopsias musculares son normales. Por lo tanto, el diagnóstico se basa en el examen clínico de los síntomas del paciente realizado por un médico. No hay ninguna prueba diagnóstica específica, pero sin embargo, es importante realizar algunas pruebas analíticas para descartar otras enfermedades, como por ejemplo las enfermedades reumáticas, la artritis o la osteoporosis que tienen síntomas similares y requieren otros tratamientos.

¿Cómo se trata?

En el momento actual no hay un tratamiento curativo para la fibromialgia, pero sí muchas medidas que alivian   los síntomas y mejoran la calidad de vida.

1.- El calor alivia el dolor: por ello son recomendables los baños y duchas calientes, la aplicación de duchas de   agua caliente en las zonas dolorosas, la aplicación de calor local mediante lámparas de calor, almohadas o mantas eléctricas y compresas calientes. Los masajes e hidromasajes suaves mejoran los cuadros dolorosos. La balneatoterapia es un excelente recurso.
2.- Mantener unos buenos patrones de sueño, con horarios estables: tiene un efecto muy positivo., realizar paseos o ejercicio ligero por las tardes, tomar infusiones calientes antes de acostarse, cenas ligeras, evitar por las tarde y noches bebidas excitantes (café, bebidas alcohólicas) o comidas copiosas o muy especiadas.
Deben evitarse situaciones estresantes, reduciendo el estrés. Hacer ejercicios de respiración y de relajación.
Si bien hay momentos en los que los cuadros dolorosos dificultan el mantener la actividad social habitual, es muy importante mantenerla en la medida de lo posible, evitando el aislamiento social y el reposo excesivo que pueden aumentar la depresión.
3.- Hacer ejercicio físico y mantener un tono muscular adecuado: de todas las medidas recomendadas en el tratamiento de la fibromialgia, son sin duda las más eficaces a largo plazo. Se aconseja realizar ejercicio físico aeróbico poco intenso, como la natación, ejercicios en el agua o bicicleta estática a velocidad e intensidad controladas. Al comenzar a realizar ejercicio puede producirse un poco de dolor muscular. Si el dolor es intenso es indicativo de que se ha realizado un esfuerzo físico excesivo y deberá disminuir la frecuencia o intensidad. Progresivamente aparecerá el efecto beneficioso del ejercicio físico y mejorará el estado general, disminuyendo el dolor y aumentando la resistencia al ejercicio y al esfuerzo físico.
Puede iniciarse con ejercicio poco intenso durante 3-5 minutos, a días alternos e ir aumentando un minuto cada día. Si aparece dolor, reduzca la intensidad y el tiempo hasta niveles no doloroso y vuelva a aumentarlos progresivamente. El tiempo de ejercicio a alcanzar es de 60 minutos 3-4 veces a la semana. Una vez alcanzado, realice ejercicios aeróbicos de mayor intensidad, como caminar, correr o jugar al tenis.
Se recomienda mantenerse tan activo como sea posible, evitando la sobreactividad o exceso de ejercicio puntual que pueden provocar un exceso de cansancio o dolor durante varios días. La realización de ejercicio físico tiene un efecto físico positivo demostrado a largo plazo.
4.- En algunas personas la terapia de apoyo psicológico tiene buenos resultados: es muy importante conocer la   enfermedad y los síntomas de cada caso, aprender a identificarlos y controlarlos, manteniendo una actitud positiva. Puede ponerse en contacto con asociaciones de pacientes de fibromialgia que pueden ayudarle y orientarle. Es también importante que las personas que conviven con el paciente conozcan la enfermedad y colaboren, facilitando el mantenimiento del ritmo de vida, de la actividad social, la realización de ejercicio físico oel control de la dieta alimenticia.
5.- Tratamiento farmacológico: existen diversos medicamentos que pueden ayudar a mejorar algunos síntomas. Siempre deben de seguirse las indicaciones del médico y evitar la automedicación. Los efectos beneficiosos son evidentes al cabo de unos meses de tratamiento. Entre estos medicamentos se encuentran algunos antiinflamatorios, relajantes musculares, antidepresivos y ansiolíticos.
6.- Otras medidas: evitar las sobrecargas musculares, al transportar o mover cargas pesadas, el sobrepeso y el esfuerzo físico intenso. Mantenga el peso adecuado con una dieta alimenticia equilibrada, rica en vitaminas y minerales, con bajo contenido en especias y alimentos o bebidas excitantes (café, alcohol) y bien distribuida en las cuatro comidas del día, especialmente cuidando las cenas ligeras. Reducir el estrés, mantener un ritmo de vida estable y facilitar el sueño.
Recuerde:
La fibromialgia es una enfermedad crónica, benigna, con múltiples factores que influyen en ella. Por eso debe afrontarse con múltiples estrategias y ser perseverante (ejercicio físico, hábitos de vida, medicación, etc…). Aunque no exista una cura, puede hacer muchas cosas para sentirse mejor.





SÍNTOMAS RELACIONADOS CON LA FIBROMIALGIA

Además de dolor y agotamiento, hay una cantidad de síntomas/síndromes generalmente relacionados con la FM. Igual que el dolor y el agotamiento, la severidad de estos síntomas/síndromes tiende a acrecentar y disminuir y por eso, la molestia que les ocasionan a los pacientes varía de acuerdo con la severidad.

Habitualmente, los pacientes de la FM sufren de uno o más de los siguientes síntomas típicos:

Anquilosamiento: Además del dolor, la rigidez del cuerpo puede representar un problema agobiante para las personas con fibromialgia. Esta rigidez puede notarse particularmente por la mañana, después de permanecer sentado por períodos prolongados o de estar de pie sin moverse, o por cambios de la temperatura o de la humedad relativa. Incremento de dolores de cabeza o de la cara: El dolor de cabeza/en la cara frecuentemente resulta de músculos del cuello o de los hombros extremadamente anquilosados o sensibles, transmitiendo el dolor hacia arriba. También puede acompañar una disfunción de la articulación temporomandibular, una condición que afecta a aproximadamente a 1/3 de los pacientes con fibromialgia, que afecta las articulaciones de las mandíbulas y los músculos correspondientes.

Trastornos del sueño: A pesar de dormir las horas suficientes, los pacientes que sufren de la FM pueden despertarse y sentirse todavía cansados, como si hubieran dormido. Por otra parte, pueden experimentar dificultades al tratar de dormirse o en mantenerse dormidos. Se desconocen las razones por las que la fibromialgia causa que el sueño no sea reparador y otras dificultades del sueño.


Trastornos cognoscitivos: Las personas que tienen FM informan sobre una variedad de síntomas cognoscitivos que tienden a cambiar de día en día. Estos incluyen dificultad para concentrarse, "lentitud mental", lapsos de memoria, dificultad para recordar palabras/nombres y un sentirse fácilmente abrumada al enfrentarse con varias cosas que hacer a la vez.


Malestar abdominal: Muchas personas con la FM experimentan trastornos digestivos, dolores abdominales, meteorismo, estreñimiento y/o diarrea. Estos síntomas se conocen colectivamente como el "síndrome del colón irritable". Además, algunos pacientes tienen dificultad para pasar alimentos.

Problemas genitourinarios: Es posible que los pacientes con la FM se quejen de un aumento en la frecuencia o de mayor urgencia para orinar, típicamente, sin una infección de la vejiga. Algunos pacientes pueden presentar una condición más crónica que es la inflamación dolorosa de la pared de la vejiga, lo cual se conoce como “cistitis intersticial” (CI). En las mujeres, la FM puede ocasionar que los períodos menstruales sean más dolorosos o que los síntomas de la FM se vuelvan peores durante ese tiempo. En las mujeres, también pueden presentarse otras condiciones, tales como la vestibulitis vulvar o vulvodinia, caracterizadas por dolores en la región de la vulva y por dolores durante el coito.

Parestesia: A veces, el SMF se asocia con un entumecimiento u hormigueo (por ejemplo, en las manos o los pies). También conocida como parestesia, la sensación se puede describir como picazón o ardor.

Puntos miofasciales hipersensibles: Un número significativo de pacientes con la FM tienen una condición neuromuscular conocida como el "síndrome del dolor miofascial" en el que se forman unos puntos extremadamente dolorosos distribuidas en bandas encogidas en los músculos u otros tejidos conectivos, muchas veces a consecuencia de una herida resultando de movimientos repetitivos, postura incorrecta durante períodos largos o enfermedad. No son solamente muy dolorosos sino que transmiten el dolor a otras partes del cuerpo en maneras fáciles de predecir. A diferencia de las maneras en que la FM afecta todo el cuerpo, el síndrome del dolor miofascial es una condición localizada en áreas muy específicas, típicamente en el cuello, los hombros o en la cintura. El TMJ se considera una forma de este síndrome.


Síntomas del tórax: Los que tienen la fibromialgia y participan en actividades que les obligan a inclinarse hacia adelante (p. ej., escribir a máquina o sentarse a un escritorio, trabajar en una línea de producción, etc.) muchas veces tienen problemas particulares con dolores del pecho o las partes superiores del cuerpo, o sea dolores y disfunciones torácicos. A menudo, estos dolores van acompañados de jadeos y problemas de postura. Algunos pacientes pueden también presentar un dolor muscular en donde las costillas se unen al esternón. A veces esto se confunde con una enfermedad cardíaca. Las personas que tienen la FM son susceptibles a una condición cardíaca generalmente asintomática llamada prolapso de la válvula mitral en la cual una de las válvulas del corazón se hincha durante un latido, causando un chasquido o soplo.


Desequilibrio: Los pacientes con la FM pueden experimentar problemas de desequilibrio por una variedad de razones. Ya que se cree que la fibromialgia afecta los músculos esqueléticos de seguimiento de los ojos, pueden experimentarse náuseas o “confusión visual” al conducir un carro, al leer un libro o ya sea al seguir objetos con la vista. (Las dificultades con los músculos lisos del ojo también pueden ocasionar otros problemas de foco.) Puede ser también que el tener músculos débiles, o puntos hipersensibles en el cuello o una disfunción de TMJ pueden producir desequilibrio.

Sensaciones en las piernas: A veces, algunos pacientes de la FM presentan un trastorno neurológico conocido como el “síndrome de las piernas inquietas” . Esta condición es caracterizada por un impulso incontrolable de mover las piernas, sobre todo cuando se está descansando o reposando.


Hipersensibilidad sensorial/síntomas alérgicos: La hipersensibilidad a luz, a sonidos, toques y olores ocurre frecuentemente con los pacientes con la FM y se cree que resulta de una hipervigilancia del sistema nervioso. Además algunas personas con la FM pueden tener escalofríos o frío mientras que otros cerca se sienten a gusto; o puede que tengan calor mientras que otros no. Pueden tener reacciones parecidas a las alérgicas a una variedad de sustancias acompañadas de la comezón o el sarpullido, o los pacientes tal vez experimenten una forma de rinitis no alérgica caracterizada por la constipación o excreciones de la nariz y dolor en los senos nasales, pero sin las reacciones inmunológicas que se dan en las condiciones alérgicas. Sin embargo, cuando se presentan tales síntomas, por lo general no se nota ninguna respuesta del sistema inmune como la que se puede medir en las reacciones verdaderamente alérgicas.


Problemas de la piel: Síntomas molestos, como prurito, resequedad o manchas, pueden acompañar la FM. Los pacientes con fibromialgia también pueden experimentar una sensación de hinchazón, particularmente en las extremidades, como en los dedos. Una queja común es que el anillo ya no le cabe. Sin embargo, este tipo de hinchazón no es equivalente a la inflamación asociada con la artritis; más bien, es una anomalía localizada de la fibromialgia cuya causa es desconocida actualmente.


Depresión y ansiedad: Aunque con frecuencia, los pacientes con la FM son diagnosticados incorrectamente con trastornos de depresión o ansiedad, la investigación ha mostrado repetidas veces que la fibromialgia no es una forma de depresión ni de hipocondría. Sin embargo, siempre que la depresión o la ansiedad ocurran con la fibromialgia, es importante su tratamiento ya que estas condiciones pueden exacerbar la FM e interferir con el manejo exitoso de los síntomas.

LA HIPNOSIS EN EL TRATAMIENTO DEL DOLOR

la hipnosis puede ser utilizada para el tratamiento del dolor
Son muchas las patologías o trastornos en los que la hipnosis ha mostrado su eficacia: ansiedad, depresión, deshabituación del tabaco, asma, trastornos dermatológicos, síndrome del colon irritable, náuseas y vómitos en la quimioterapia, sometimiento a procedimientos médicos estresantes, estrés postraumático, dismenorrea, dolor crónico, quemaduras, etc.

Es importante resaltar que la hipnosis en el tratamiento de estos trastornos, no suele emplearse como técnica aislada sino dentro de una terapia más amplia.

¿QUÉ TIPOS DE DOLOR SE PUEDEN TRATAR MEDIANTE LA HIPNOSIS?

La hipnosis se puede utilizar para disminuir o incluso eliminar el dolor tanto agudo como crónico.

Si nos centramos ahora en el uso de la hipnosis para la disminución del dolor crónico, esta técnica se ha empleado en pacientes con cefaleas, dolor lumbar, dolor oncológico, fibromialgia, etc. Normalmente, la hipnosis se emplea dentro de un tratamiento cognitivo-conductual más amplio, cuyos objetivos suelen ser:

  • Reducción del dolor.
  • Reducción de la medicación.Aumento de la actividad y el ejercicio físico.
  • Aumento de la práctica de la higiene postural.
  • Reducción de la ansiedad y la depresión.

Para conseguir dichos objetivos se utilizan distintas técnicas que se pueden englobar en tres grandes bloques:

Informativas: consisten básicamente en suministrar información que se refiere principalmente a los mecanismos del dolor

Cognitivas: consisten básicamente en la reestructuración cognitiva de los pensamientos catastrofistas que provoca el dolor.

Conductuales: se centran en marcar objetivos conductuales (sobre todo referente a actividades distractoras) y en aplicar refuerzo por los avances en la consecución de dichos objetivos.

¿QUÉ SUGESTIONES SE EMPLEAN PARA LA DISMINUCIÓN DEL DOLOR ?

El procedimiento general que se suele emplear cuando la hipnosis está dirigida al tratamiento del dolor crónico u otro tipo de trastorno es básicamente el mismo. La diferencia principal estriba en el tipo de sugestiones que se le dan al sujeto una vez se encuentra hipnotizado. Las sugestiones pueden ser de muy diversa índole, las podemos agrupar en 3 categorías:

Visual :

Tamaño y forma. Estas sugestiones consisten en dar forma y tamaño al dolor y progresivamente ir reduciendo el tamaño o degradar la intensidad del color, hasta finalmente conseguir que el dolor “ocupe menos espacio” o “se vuelva casi o totalmente transparente”.

Luces de colores. El sujeto debe visualizar el dolor con un color concreto y el resto del cuerpo con otro color. El color procedente de las zonas donde no hay dolor se va extendiendo lentamente hasta que elimina el color del dolor.

La radio. Se le sugiere al paciente que el dolor es como una radio que tiene un interruptor para el volumen y que él debe utilizarlo para ir disminuyéndolo. También se le puede explicar las vías de transmisión del dolor como si fueran cables eléctricos y sugerirle que existe un interruptor para encender y apagar que debe aprender a accionar.

Símbolos. Muchos pacientes cuando describen su dolor utilizan metáforas como “mi dolor es como si me clavaran clavos en la espalda”. Estos símbolos se pueden utilizar durante las sugestiones.

Sensorial :


Guante de anestesia. El objetivo de este tipo de sugestión consiste en conseguir mediante sugestiones de entumecimiento que la mano se sienta anestesiada y visualizar la mano como un guante de anestesia. Una vez conseguido este objetivo, se le sugiere al paciente que al tocar otras partes del cuerpo donde existe dolor, éstas también serán anestesiadas y el dolor disminuirá o desaparecerá.

Desplazamiento. Se pueden utilizar sugestiones de desplazamiento para provocar el “traslado” de las sensaciones dolorosas de una zona corporal a otra. Esta sugestión es útil dado que a veces hay zonas del cuerpo en que el paciente siente el dolor como más tolerable.

Sustitución. Estas sugestiones consisten en sustituir las sensaciones dolorosas por otras menos negativas, por ejemplo sensación de: presión, calor, vibración, etc.


Cognitivas :

Distracción. Mientras el sujeto se encuentra bajo hipnosis se le sugiere que realice diferentes tareas mentales (tareas aritméticas, recitar un poema, etc.).



NEUROFIBROMATOSIS E IMPLICACIONES PSICOLÓGICAS

La neurofibromatosis (NF) es un trastorno neurocutáneo de afección melánica de la piel cuya patología es fundamentalmente neurológica, aunque tiene consecuencias psicológicas en los pacientes afectados.

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS NEUROFIBROMATOSIS

El paciente deberá tener 2 o más de los siguientes criterios:

1. 6 o más manchas café con leche, de la menos 0'5 cms. en prepúberes y 1.5 cms. en adultos

2. 2 o más neurofibromas o uno más neurofibromas plexiformes

3. Pecas en axilas y/o ingles

4. Gliomas en vías ópticas

5. Dos o más nódulos de Lisch (hamartomas benignos del iris)

6. Una lesión ósea distintiva: displasia de esfenoides o adelgazamiento de la cortical del hueso largo

7. Un familiar en primer grado con NF1


PATOLOGÍAS FÍSICAS MÁS FRECUENTES

- Manchas café con leche

- Pecas axilares

- Neurofibromas subcutáneos de tipo asilado

- Trastornos óseos: cifoescioliosis, displasia craneofacial

- La severidad de la escoliosis puede generar: paraplejia, problemas esfinterianos y alteraciones de la esfera sexual

- Pseudoartrosis con problemas motores

- hemihipertrofia de alguna estructura corporal, generalmente asimetría facial por hemihipertrofia en la lengua

- Macrocefalia, microcefalia, manos y/o pies grandes, fascies tosca, nariz ancha

- Crisis epilépticas (3-6%)

- Pubertad precoz

PROBLEMAS COGNITIVOS Y DE COMPORTAMIENTO:

- Retraso mental poco frecuente (4-8%)

- Problemas de aprendizaje (30-60%)

- Nivel intelectual: comparado con hermanos no afectados muestran 10 puntos menos

- Síndrome de déficit de atención con hiperactividad

- Son menos hábiles y mantienen un peor equilibrio y peor coordinación motora

NIVEL INTELECTUAL Y DE COMPORTAMIENTO

- Nivel intelectual moderadamente disminuido respecto a la media

- Síndrome de déficit de atención con hiperactividad

- Cuadro depresivo

- Limitaciones en el mundo laboral


FUNCIÓN COGNITIVA

- Dificultades de aprendizaje

- Deficiencias de orientación visoespacial

- Retraso en la adquisición del lenguaje

- Memoria espacial

- Planificación y ejecución de actividades

- Déficit de atención

- Menor cociente intelectual que hermanos no afectados

- Menor rendimiento escolar


TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS

- Cuadro depresivo reactivo

- rechazo social

- baja autoestima

- dificultades para hacer amigos: timidez y baja sociabilidad

- Síndrome depresivo

- Síndrome de ansiedad