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domingo, 11 de febrero de 2024

DOLOR CRONICO

la experiencia de dolor puede producir efectos psicologicos devastadores

Quien sabe de dolor, todo lo sabe

Dante Alighieri




Las personas que sufren dolor crónico suelen presentar un estado de ánimo deprimido: están mediatizadas por su experiencia de dolor y se sienten desanimadas, desesperanzadas y limitadas en sus actividades.

La experiencia subjetiva de dolor tiene un componente psicológico: la forma en que nos enfrentamos al dolor es un modulador de su intensidad y duración.

Existen diferentes tratamientos psicológicos que inciden sobre la experiencia de dolor, dependiendo de su origen. También hay casos en los que el dolor es la consecuencia de experiencias emocionales, por lo que sería este el punto fundamental sobre el que debemos trabajar.



VARIABLES PSICOLÓGICAS RELACIONADAS CON EL DOLOR


la percepcion del dolor esta mediada por la mente
En relación con el dolor existe un conjunto de variables psicofisiológicas, conductuales, emocionales y cognitivas que es preciso valorar dado que inciden de forma directa o indirecta en la percepción del dolor crónico por parte del paciente. 

VARIABLES PSICOFISIOLÓGICAS

La valoración de las respuestas psicofisiológicas es una de las áreas con más tradición en la evaluación psicológica del dolor. 

El área de mayor interés se centra en los cambios característicos de los estados de activación fisiológico-emocional (como incrementos de tensión muscular o vasoconstricción periférica), que pueden actuar como desencadenantes del dolor o como respuestas producidas por el propio dolor.

En este tipo de respuestas psicofisológicas, las que se suelen evaluar por estar implicadas en un proceso de activación autonómica son la tensión electromiográfica, temperatura periférica, frecuencia cardíaca y conductancia de la piel. Las medidas se centran en estudiar los cambios producidos en las respuestas relevantes al trastorno en diferentes situaciones potencialmente estresantes.

VARIABLES CONDUCTUALES

La persona que sufre un dolor crónico tiende a desarrollar ciertas conductas encaminadas a comunicar de forma directa o indirecta su padecimiento. Este conjunto de comportamientos puede ser activo (quejas, gestos, posturas) o pasivas (evitación de esfuerzos, absentismo laboral). A todas las conductas de dolor susceptibles de ser reforzadas en el medio ambiente del paciente se les conoce como "conductas de dolor" y suponen un factor de cronificación del problema.

Perpetuar comportamientos como el sedentarismo o la dependencia pueden ser factores que retrasan o no hacen posible la recuperación del paciente. 

VARIABLES EMOCIONALES

Existe una relación bidireccional entre el dolor y la emoción, por lo que emociones como la ansiedad, ira o depresión se pueden desencadenar por el dolor, y a su vez el dolor puede surgir ante estos estamos emocionales.

En los momentos iniciales del problema, las reacciones más comunes son ansiedad e ira, y cuando el dolor se ha cronificado, la emoción suele ser depresión. 

VARIABLES COGNITIVAS

Los aspectos cognitivos se refieren a las creencias sobre el origen y significado del dolor, así como a las estrategias que utiliza la persona para manejarlo.

Las creencias del paciente sobre su dolencia pueden influir en la implicación y adherencia al tratamiento.

De esta forma, aquellas personas que presentan emociones de desesperanza por la creencia de la imposibilidad de superar el padecimiento, tienden a una menor adherencia al tratamiento, abuso de fármacos y búsqueda permanente de nuevas opiniones o tratamientos, con la idea de que la solución viene "de fuera". 

Aquellas otras personas que comprenden el origen y los factores de mantenimiento de su problema y trabajan sobre la idea de que la percepción del dolor varía según los mecanismos de afrontamiento utilizados (el dolor crónico está mediado por la sensación subjetiva de éste que se incrementa cuando surge la obsesión por éste), tienen un mejor pronóstico.

QUÉ ES LA FIBROMIALGIA

puntos mas comunes de dolor en fibromialgia



La fibromialgia es una enfermedad crónica, generalizada y que se caracteriza por dolor de larga duración en los músculos y en las articulaciones de todo el cuerpo. Puede ser especialmente intenso en algunos puntos: zona occipital y cervical, en la parte alta y baja de la espalda, rodillas, codos y glúteos. La intensidad del dolor varía de día en día, y puede cambiar de lugar, pudiendo llegar a ser más severo en aquellas partes del cuerpo que se usan más (cuello, hombros, cadera y pies). En algunas personas, el dolor interfiere con las tareas diarias y cotidianas, mientras que en otras, sólo les ocasiona un malestar leve.

Son muy frecuentes los trastornos del sueño, el cansancio, la rigidez y sensación de hinchazón y entumecimiento de las articulaciones, alteraciones intestinales con estreñimiento seguido de descargas diarréicas, sequedad de boca, acidez de estómago o exceso de gases.
Como en el caso del dolor también varían en intensidad de un día a otro el cansancio y la sensación de hinchazón o entumecimiento de las articulaciones, presentándose especialmente al levantarse o después de estar sin moverse, con gran sensibilidad al frío o al calor, especialmente en las manos y pies. Algunas personas sienten dolor en el pecho, palpitaciones o sensación de falta de aire o dificultad para respirar.
Otros pacientes con fibromialgia presentan el trastorno conocido como el "síndrome de las piernas inquietas", que se caracteriza por una necesidad imperiosa de mover las piernas, sobre todo cuando se está descansando o en reposo, ocasionando a veces movimientos periódicos de las extremidades durante el sueño.
Con frecuencia los enfermos padecen dolor de cabeza y de la articulación témporo-maxilar, vértigo o sensación de mareo, e hipersensibilidad a la luz o a los ruidos. Algunas pacientes presentan dolor menstrual y al mantener relaciones sexuales.
En otros pacientes aparece dolor en la zona vesical (bajo vientre) y al orinar, con sensación de necesidad de orinar con mucha frecuencia.
La ansiedad y la depresión pueden empeorar con la falta de sueño y la tensión, y a la inversa, los síntomas dolorosos se agravan por el cansancio y la depresión.
Es una enfermedad frecuente que padece hasta el 5% de la población, siendo más común en las mujeres que en los hombres adultos, aunque puede aparecer en niños
Se desconoce la causa de esta enfermedad, su evolución es benigna, sin riesgo para la vida y sin provocar invalidez o lesiones definitivas.
¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico es fundamentalmente clínico. Los resultados de radiografías, análisis de sangre y biopsias musculares son normales. Por lo tanto, el diagnóstico se basa en el examen clínico de los síntomas del paciente realizado por un médico. No hay ninguna prueba diagnóstica específica, pero sin embargo, es importante realizar algunas pruebas analíticas para descartar otras enfermedades, como por ejemplo las enfermedades reumáticas, la artritis o la osteoporosis que tienen síntomas similares y requieren otros tratamientos.

¿Cómo se trata?

En el momento actual no hay un tratamiento curativo para la fibromialgia, pero sí muchas medidas que alivian   los síntomas y mejoran la calidad de vida.

1.- El calor alivia el dolor: por ello son recomendables los baños y duchas calientes, la aplicación de duchas de   agua caliente en las zonas dolorosas, la aplicación de calor local mediante lámparas de calor, almohadas o mantas eléctricas y compresas calientes. Los masajes e hidromasajes suaves mejoran los cuadros dolorosos. La balneatoterapia es un excelente recurso.
2.- Mantener unos buenos patrones de sueño, con horarios estables: tiene un efecto muy positivo., realizar paseos o ejercicio ligero por las tardes, tomar infusiones calientes antes de acostarse, cenas ligeras, evitar por las tarde y noches bebidas excitantes (café, bebidas alcohólicas) o comidas copiosas o muy especiadas.
Deben evitarse situaciones estresantes, reduciendo el estrés. Hacer ejercicios de respiración y de relajación.
Si bien hay momentos en los que los cuadros dolorosos dificultan el mantener la actividad social habitual, es muy importante mantenerla en la medida de lo posible, evitando el aislamiento social y el reposo excesivo que pueden aumentar la depresión.
3.- Hacer ejercicio físico y mantener un tono muscular adecuado: de todas las medidas recomendadas en el tratamiento de la fibromialgia, son sin duda las más eficaces a largo plazo. Se aconseja realizar ejercicio físico aeróbico poco intenso, como la natación, ejercicios en el agua o bicicleta estática a velocidad e intensidad controladas. Al comenzar a realizar ejercicio puede producirse un poco de dolor muscular. Si el dolor es intenso es indicativo de que se ha realizado un esfuerzo físico excesivo y deberá disminuir la frecuencia o intensidad. Progresivamente aparecerá el efecto beneficioso del ejercicio físico y mejorará el estado general, disminuyendo el dolor y aumentando la resistencia al ejercicio y al esfuerzo físico.
Puede iniciarse con ejercicio poco intenso durante 3-5 minutos, a días alternos e ir aumentando un minuto cada día. Si aparece dolor, reduzca la intensidad y el tiempo hasta niveles no doloroso y vuelva a aumentarlos progresivamente. El tiempo de ejercicio a alcanzar es de 60 minutos 3-4 veces a la semana. Una vez alcanzado, realice ejercicios aeróbicos de mayor intensidad, como caminar, correr o jugar al tenis.
Se recomienda mantenerse tan activo como sea posible, evitando la sobreactividad o exceso de ejercicio puntual que pueden provocar un exceso de cansancio o dolor durante varios días. La realización de ejercicio físico tiene un efecto físico positivo demostrado a largo plazo.
4.- En algunas personas la terapia de apoyo psicológico tiene buenos resultados: es muy importante conocer la   enfermedad y los síntomas de cada caso, aprender a identificarlos y controlarlos, manteniendo una actitud positiva. Puede ponerse en contacto con asociaciones de pacientes de fibromialgia que pueden ayudarle y orientarle. Es también importante que las personas que conviven con el paciente conozcan la enfermedad y colaboren, facilitando el mantenimiento del ritmo de vida, de la actividad social, la realización de ejercicio físico oel control de la dieta alimenticia.
5.- Tratamiento farmacológico: existen diversos medicamentos que pueden ayudar a mejorar algunos síntomas. Siempre deben de seguirse las indicaciones del médico y evitar la automedicación. Los efectos beneficiosos son evidentes al cabo de unos meses de tratamiento. Entre estos medicamentos se encuentran algunos antiinflamatorios, relajantes musculares, antidepresivos y ansiolíticos.
6.- Otras medidas: evitar las sobrecargas musculares, al transportar o mover cargas pesadas, el sobrepeso y el esfuerzo físico intenso. Mantenga el peso adecuado con una dieta alimenticia equilibrada, rica en vitaminas y minerales, con bajo contenido en especias y alimentos o bebidas excitantes (café, alcohol) y bien distribuida en las cuatro comidas del día, especialmente cuidando las cenas ligeras. Reducir el estrés, mantener un ritmo de vida estable y facilitar el sueño.
Recuerde:
La fibromialgia es una enfermedad crónica, benigna, con múltiples factores que influyen en ella. Por eso debe afrontarse con múltiples estrategias y ser perseverante (ejercicio físico, hábitos de vida, medicación, etc…). Aunque no exista una cura, puede hacer muchas cosas para sentirse mejor.





SÍNTOMAS RELACIONADOS CON LA FIBROMIALGIA

Además de dolor y agotamiento, hay una cantidad de síntomas/síndromes generalmente relacionados con la FM. Igual que el dolor y el agotamiento, la severidad de estos síntomas/síndromes tiende a acrecentar y disminuir y por eso, la molestia que les ocasionan a los pacientes varía de acuerdo con la severidad.

Habitualmente, los pacientes de la FM sufren de uno o más de los siguientes síntomas típicos:

Anquilosamiento: Además del dolor, la rigidez del cuerpo puede representar un problema agobiante para las personas con fibromialgia. Esta rigidez puede notarse particularmente por la mañana, después de permanecer sentado por períodos prolongados o de estar de pie sin moverse, o por cambios de la temperatura o de la humedad relativa. Incremento de dolores de cabeza o de la cara: El dolor de cabeza/en la cara frecuentemente resulta de músculos del cuello o de los hombros extremadamente anquilosados o sensibles, transmitiendo el dolor hacia arriba. También puede acompañar una disfunción de la articulación temporomandibular, una condición que afecta a aproximadamente a 1/3 de los pacientes con fibromialgia, que afecta las articulaciones de las mandíbulas y los músculos correspondientes.

Trastornos del sueño: A pesar de dormir las horas suficientes, los pacientes que sufren de la FM pueden despertarse y sentirse todavía cansados, como si hubieran dormido. Por otra parte, pueden experimentar dificultades al tratar de dormirse o en mantenerse dormidos. Se desconocen las razones por las que la fibromialgia causa que el sueño no sea reparador y otras dificultades del sueño.


Trastornos cognoscitivos: Las personas que tienen FM informan sobre una variedad de síntomas cognoscitivos que tienden a cambiar de día en día. Estos incluyen dificultad para concentrarse, "lentitud mental", lapsos de memoria, dificultad para recordar palabras/nombres y un sentirse fácilmente abrumada al enfrentarse con varias cosas que hacer a la vez.


Malestar abdominal: Muchas personas con la FM experimentan trastornos digestivos, dolores abdominales, meteorismo, estreñimiento y/o diarrea. Estos síntomas se conocen colectivamente como el "síndrome del colón irritable". Además, algunos pacientes tienen dificultad para pasar alimentos.

Problemas genitourinarios: Es posible que los pacientes con la FM se quejen de un aumento en la frecuencia o de mayor urgencia para orinar, típicamente, sin una infección de la vejiga. Algunos pacientes pueden presentar una condición más crónica que es la inflamación dolorosa de la pared de la vejiga, lo cual se conoce como “cistitis intersticial” (CI). En las mujeres, la FM puede ocasionar que los períodos menstruales sean más dolorosos o que los síntomas de la FM se vuelvan peores durante ese tiempo. En las mujeres, también pueden presentarse otras condiciones, tales como la vestibulitis vulvar o vulvodinia, caracterizadas por dolores en la región de la vulva y por dolores durante el coito.

Parestesia: A veces, el SMF se asocia con un entumecimiento u hormigueo (por ejemplo, en las manos o los pies). También conocida como parestesia, la sensación se puede describir como picazón o ardor.

Puntos miofasciales hipersensibles: Un número significativo de pacientes con la FM tienen una condición neuromuscular conocida como el "síndrome del dolor miofascial" en el que se forman unos puntos extremadamente dolorosos distribuidas en bandas encogidas en los músculos u otros tejidos conectivos, muchas veces a consecuencia de una herida resultando de movimientos repetitivos, postura incorrecta durante períodos largos o enfermedad. No son solamente muy dolorosos sino que transmiten el dolor a otras partes del cuerpo en maneras fáciles de predecir. A diferencia de las maneras en que la FM afecta todo el cuerpo, el síndrome del dolor miofascial es una condición localizada en áreas muy específicas, típicamente en el cuello, los hombros o en la cintura. El TMJ se considera una forma de este síndrome.


Síntomas del tórax: Los que tienen la fibromialgia y participan en actividades que les obligan a inclinarse hacia adelante (p. ej., escribir a máquina o sentarse a un escritorio, trabajar en una línea de producción, etc.) muchas veces tienen problemas particulares con dolores del pecho o las partes superiores del cuerpo, o sea dolores y disfunciones torácicos. A menudo, estos dolores van acompañados de jadeos y problemas de postura. Algunos pacientes pueden también presentar un dolor muscular en donde las costillas se unen al esternón. A veces esto se confunde con una enfermedad cardíaca. Las personas que tienen la FM son susceptibles a una condición cardíaca generalmente asintomática llamada prolapso de la válvula mitral en la cual una de las válvulas del corazón se hincha durante un latido, causando un chasquido o soplo.


Desequilibrio: Los pacientes con la FM pueden experimentar problemas de desequilibrio por una variedad de razones. Ya que se cree que la fibromialgia afecta los músculos esqueléticos de seguimiento de los ojos, pueden experimentarse náuseas o “confusión visual” al conducir un carro, al leer un libro o ya sea al seguir objetos con la vista. (Las dificultades con los músculos lisos del ojo también pueden ocasionar otros problemas de foco.) Puede ser también que el tener músculos débiles, o puntos hipersensibles en el cuello o una disfunción de TMJ pueden producir desequilibrio.

Sensaciones en las piernas: A veces, algunos pacientes de la FM presentan un trastorno neurológico conocido como el “síndrome de las piernas inquietas” . Esta condición es caracterizada por un impulso incontrolable de mover las piernas, sobre todo cuando se está descansando o reposando.


Hipersensibilidad sensorial/síntomas alérgicos: La hipersensibilidad a luz, a sonidos, toques y olores ocurre frecuentemente con los pacientes con la FM y se cree que resulta de una hipervigilancia del sistema nervioso. Además algunas personas con la FM pueden tener escalofríos o frío mientras que otros cerca se sienten a gusto; o puede que tengan calor mientras que otros no. Pueden tener reacciones parecidas a las alérgicas a una variedad de sustancias acompañadas de la comezón o el sarpullido, o los pacientes tal vez experimenten una forma de rinitis no alérgica caracterizada por la constipación o excreciones de la nariz y dolor en los senos nasales, pero sin las reacciones inmunológicas que se dan en las condiciones alérgicas. Sin embargo, cuando se presentan tales síntomas, por lo general no se nota ninguna respuesta del sistema inmune como la que se puede medir en las reacciones verdaderamente alérgicas.


Problemas de la piel: Síntomas molestos, como prurito, resequedad o manchas, pueden acompañar la FM. Los pacientes con fibromialgia también pueden experimentar una sensación de hinchazón, particularmente en las extremidades, como en los dedos. Una queja común es que el anillo ya no le cabe. Sin embargo, este tipo de hinchazón no es equivalente a la inflamación asociada con la artritis; más bien, es una anomalía localizada de la fibromialgia cuya causa es desconocida actualmente.


Depresión y ansiedad: Aunque con frecuencia, los pacientes con la FM son diagnosticados incorrectamente con trastornos de depresión o ansiedad, la investigación ha mostrado repetidas veces que la fibromialgia no es una forma de depresión ni de hipocondría. Sin embargo, siempre que la depresión o la ansiedad ocurran con la fibromialgia, es importante su tratamiento ya que estas condiciones pueden exacerbar la FM e interferir con el manejo exitoso de los síntomas.